Los que nunca mueren
- Gabriela Raimondi
- 26 may
- 1 Min. de lectura
Una presiente que la acompañan; mira con sus ojos, habla con sus palabras, enfrenta los problemas con sus brazos invisibles apoyados en los hombros.-
Esos hijos queridos que partieron nos siguen por el camino, alivian nuestras penas, nos ayudan a soportar la soledad aparente con la que nos dejaron.-
Se quedan......Porque esas existencias fueron tan fértiles, que se han prolongado en los vivos, como si hubieran ganado la partida contra el destino......
Ellos continúan junto a nosotros ayudándonos a encarar el vendaval de cada día.......
Entonces agradecemos el tiempo que los tuvimos a nuestro lado.-
Tal vez sin esos hijos no volvamos a ser plenamente dichosos, pero es una suerte poco común haber compartido con ellos nuestros días y sentirlos siempre cerca toda la vida.-
Ese hijo que no muere está debajo de nuestra piel, nos sostiene para que podamos seguir adelante, diciéndole un rotundo: Si a la vida, a pesar de los pesares!!!!!!!!
Con mucho cariño Norma, mami de Edu.-

Comments